Monday, June 04, 2007
La Piratería
Hace unas semanas unos amigos me preguntaron si yo compraba piratería, bueno... la pregunta era: si yo consumía piratería.
Desde que era niño, y mi papá me llevaba al "videocentro" (predecesores en México de los actuales BlockBuster), me encontraba letreros en la tienda y mensajes antes de empezar la película en el que me decían que la Piratería era mala.
Eran finales de la década de los 80 en el siglo pasado yo tenía menos de10 años de edad, no sabía que era la piratería, solo se que cuando una película me gustaba mucho, la quería tener para verla cuando yo quisiera. Rentarla una y otra vez, iba a ser sumamente costoso, así que la mejor opción era comprarla.
No existía una industria como lo existe hoy en día, de la venta y compra de películas, si cualquier habitante de la ciudad de México, quería tener para siempre una película, tenía que copiarla de la que rentaba en el Video Club, (para lo cual se necesitaban dos videocaseteras, y en esos años nadie tenía dos videocaseteras), o comprarla en los tianguis ("Tianguis" es la palabra mexicanana para mercados sobre ruedas, o mercado de pulgas).
La piratería en el mercado de películas era una necesidad, no era una opción.
En el mercado de la música, no era muy diferente. Para los muy jóvenes existía otro medio para tener portátil la música, la música se grababa en cassettes, de cinta. En dichos casetes, podíamos tener, música de todos los géneros, solo por unos cuantos pesos. En este mercado si existían las tiendas de discos, tal cual existen hoy, probablemente había mas diversidad de tiendas de discos, pero esta diversidad no era especializada, es decir en todas las tiendas vendían lo mismo, y era casi imposible conseguir música de vanguardia que se escuchaba en Estados Unidos o en Europa, las opciones que teníamos era escuchar el radio, pues había propuestas de estaciones, que pasaban música que no sonaba a los éxitos que pasaban en los programas domingueros de la televisión, que solo se basaban en el pequeño Luis Miguel y Vicente Fernández. Por lo cual teníamos que grabar de la radio, esas asombrosas canciones que nos hacían vibrar y soñar.
Otra vez en la música la Piratería no era una opción, era una necesidad.
La última década del siglo pasado, para los jóvenes de la Ciudad de México, empezó con buenas noticias, el tratado de Libre Comercio que el gobierno mexicano había firmado con el gobierno de Estados Unidos, hizo que las grandes cadenas de entretenimiento de ese país vieran en México un mercado potencial que tenían que invadir. Es así como empezamos a tener una versión Mexicana de el canal de transmisión de videos musicales mas importante del país del norte ("MTV"). Y se revolucionó la manera de distribuir la música, los videos y las películas en nuestro país. Muchísimas tiendas locales de discos tuvieron que actualizarse y tener una manera mas americana de vender, desde hacer publicidad para preparar los lanzamientos mundiales de los artistas mas importantes (y éxitos prefabricados), hasta tener precios mas competitivos, pues la distribución era mas fácil. Con esto también llegó la manera Americana de distribución de películas, por lo cual era barato y relativamente fácil conseguir cualquier película y disco de manera legal en todo el país.
La Piratería estaba desapareciendo en todos los campos. Las "boutiques" americanas también estaban abriendo sucursales en México y ya no teníamos que recurrir a versiones piratas ni a la fayuca ("fayuca", es la palabra mexicana para artículos que ilegalmente se vendían en México, sin pagar aranceles) para tener ropa de moda, accesorios deportivos, relojes, equipo electrónico, artículos de colección como estampas, juguetes y hasta chocolates americanos.
Por primera vez la piratería se dio a la baja, y ya no era una necesidad.
En la década pasada, los jóvenes de este país nos enfrentamos a una de las crisis, económicas mas grandes que hemos tenido. Las devaluaciones económicas, son algo muy común en países no ricos, y fue el caso en el que se presentó.
Me refiero a los jóvenes porque este pequeño artículo, pretende reflejar lo que me pasó a mi en esos años, pero no solo afectó a los jóvenes, tuvo repercusiones en todos los habitantes de este país. Como adolescente me enfrenté que a todo lo que consumía de un momento a otro era tres veces mas caro: discos, cine, películas, videojuegos, ropa y hasta comida, se volvió practicamente inaccesible.
Otra vez la piratería salvó a los jóvenes mexicanos, de no quedarnos resagados de lo que estaba pasando en el resto del mundo. Las películas piratas volvieron a aparecer en todas las casas de esta ciudad, supongo que también en el país, pero no lo pude corroborar ya que también viajar eran lujos que pocos podían tener.
En el campo de los videojuegos, todos los adolescentes y niños pudimos jugar los juegos de moda gracias a la piratería, pues era la única forma, ya que con la crisis económica no había distribución de los juegos ya que las tiendas formales habían quebrado.
También las tiendas de ropa, se vieron afectadas, ya que muchas quebraron y las que sobrevivieron eran sumamente costosas. Comprar ropa de tendencias de moda, volvió a ser en los tianguis, como se acostumbraba en los ochenta, comprando ropa asiática de imitación pero que resultaba muy barata, ya que no pagaba impuestos.
La Piratería era la única vía que teníamos para no quedarnos resagados ante un mundo cambiante cada día.
Las revolución cultural llego a este país, como a todo el resto del mundo, a finales de la última década del siglo pasado. Los formatos para compactar y transportar música y video se propagaron de manera fácil. Surgió la revolución del MP3, y con ello la facilidad de conseguir, toda la música que deseábamos sin pagar un solo centavo, las redes para compartir música se hicieron muy populares, y con esto las grandes compañías de venta de música vieron amenazadas sus utilidades. Era un fenómeno mundial; nadie compraba discos nuevos, todos estaban disponibles en línea, discos viejos, discos nuevos, discos raros; todo se podía conseguir facilmente. Algunas empresas transnacionales se han dedicado hasta la fecha de frenar el fenómeno que surgió, han demandado y amenazado a todo aquel que descarga una canción con derechos reservados desde la red pero sus esfuerzos han sido inútiles, pues en todo el mundo, inclusive en los países mas ricos, la oportunidad de tener facilmente la música deseada está cada vez en mas auge.
Las tiendas de música mas populares en Internet aunque no son difíciles de usar, no prestan el servicio en México. Y las tiendas locales, no cuentan con un catálogo lo suficientemente amplio, para hacer una buena compra; si se quiere hacer uso de estas tiendas (nacionales e internacionales) se quiere proteger a la música dejándonos limitados en nuestra compra. No todos los reproductores de música del mercado pueden reproducir lo que compramos, no hay compatibilidad para oírlas en un programa que sea diferente al que las tiendas te obligan a descargar en tu computadora. Mencionando también que todas las ventas que se hacen son a través de tarjetas de crédito, dejando a una gran cantidad de población joven que no dispone de estas formas de pago, sin poder hacer uso de ellas.
La respuesta que le di a mi amigo fue que: Sí, soy consumidor de Piratería, soy promotor de la Piratería desde niño y lo seguiré siendo por muchos años más.
Las campañas seguirán, millones de pesos se gastarán para que no lo hagamos, pero la única manera de que los productos originales "triunfen" sobre los Piratas; es que los productores ( de música, películas, ropa, videojuegos, etc) vean a la piratería como una competencia directa, ofrezcan sus productos a precios competitivos; y que hagan sentir al consumidor que están recibiendo verdaderos beneficios a cambio de su dinero.
Mientras ese día llega, yo y miles de personas usaremos Piratería porque no tenemos una mejor opción.